La multiplicación tiene
sus propiedades y hay varias que dicen casi lo mismo (no soy
matemático, pero me van a disculpar los profesores de la materia por
inmiscuirme en su área). Hoy, como introducción, quiero hablarles
de la propiedad conmutativa, que nos enseña que el el orden de los
factores no altera el producto. Entonces 25 x 1: 25 o 1 x 25: 25.
Hasta ahí todo bien.
Explico esto porque el
mensaje que quiero compartir, tiene por titulo, “El factor que
multiplica”. Ahora, supongamos que el numero 25 representa a los
alumnos que tenemos en clase todos los días y el numero “1”
somos nosotros. Si aplicamos la multiplicación en estos numeros
vamos a darnos cuenta que nada pasa. No hay cambio aunque hagamos al
derecho o la revés. Todo sigue igual. Esta operación solamente fue
un intento inútil de aumentar la proporción de un numero. Esto es
lo que pasa si solamente nos apoyamos en lo que cada uno de nosotros
sabe o puede hacer.
Pero esto es de acuerdo a
nuestra matemática. Si hay algo que he aprendido es que las
matemáticas del hombre y las matemáticas de Dios son totalmente
diferentes. Recordemos al niño que tenía comida para una sola
persona, pero cuando intervino Jesús, se multiplico 5000 VECES
(25.000 panes y 10.000 pescados)1.
Esas 5000 veces es lo que conocemos, y las demás personas que no
fueron contadas y que también se alimentaron y las canastas que
sobraron nos recuerdan que cuando Jesús interviene y multiplica, hay
cosas que podemos medir, pero será solo una parte ya que no tenemos
la capacidad de cuantificar el alcance de la obra multiplicadora de
Cristo.
Entonces,
matemáticamente, el resultado de lo que hacemos con nuestras
fuerzas, tal vez no marque la diferencia en la vida de nuestros
alumnos, pero si permitimos que Jesús sea el que obre por medio de
nosotros, vamos a poder ver algunas cosas, pero no todo lo que Cristo
puede hacer a travez de todas las vidas que pasan año tras año por
nuestras instituciones.
Solo con Cristo podemos,
verdaderamente multiplicar de acuerdo a las matemáticas de Dios,
porque apartados del Él nada podemos hacer2.
EN MEDIO DE UNA GRAN
NECESIDAD
Cual es la gran necesidad
que atraviesan nuestros alumnos hoy?
El Dr. Matin Lloyd Jones
dijo en uno de sus libros “No hay nada más maravilloso para un
predicador que experimentar la unción del Espíritu Santo mientras
predica y llegar a saber que almas han sido convencidas de pecado y
han experimentado el nuevo nacimiento”
David McQuilken escribe:
“No existe nada más emocionante para un obreo de niños que un
niño o una niña se acerque y le comparta de alguna manera que desea
ser salvo. ¡Qué alegría da el sentarse con él o con ella y
conducirlo poco a poco al Salvador!”3
La alegria y el gozo que
describen estas personas sólo pueden experiementarlas aquellos que
comparten el evangelio. Nosotros tenemos este privilegio. Cuando fue
la última vez que lo experimentaste?
Nuestros alumnos
necesitan la Palabra de Dios para conocer la Verdad, que es Jesús.
El ser profesores no es
un fin es sí mismo, es un medio para un fin como cristianos, este
fin es que cada uno de nuestros alumnos conozcan la verdad y esa
verdad los haga libres.4
En este tiempo posmoderno
quizá hagamos la misma pregunta que Poncio Pilatos: ¿qué es
verdad?5
Jn 17:17 reza “Satifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” Y
cuando este versículo se cita en la iglesia todos dicen amén, pero
¿será que nuestros alumnos han logrado ver este pasaje como cierto?
Y voy a seguir haciéndome
algunas preguntas que tal vez nadie se haya hecho a sí mismo ¿Cuanto
he integrado la verdad bíblica a mis contenidos curriculares? ¿Me
interesa acaso integrar la Biblia con mi materia? ¿Acaso eso no más
trabajo? ¿Y quien me va a pagar las horas extra? ¿Acaso no esta el
pastor para eso? ¿Acaso con conocer historias biblicas ya no es
suficiente? Y finalmente... ¿que es la integración bíblica a mi
contenido curricular?
En esta parte hago un
autoanálisis y puedo citar lo que dijeron muchos de los discípulos
de Jesús antes de abandonarle: “Dura palabra es esta: ¿quién la
puede oir?6”
y enmarcándome en el contexto de este mensaje creo que El Señor
puede preguntarnos: “¿Esto les ofende? ¿Queréis acaso iros
también vosotros?”. Espero que cada uno de nosotros pueda
responder como Pedro y decirle: Señor ¿a quién iremos? Tú tienes
palabras de vida eterna7
TENEMOS PROBLEMAS CON
LA VERDAD
Creemos que la Biblia
contiene la verdad, estamos dispuestos a sufrir con tal de sostener
lo que creemos, pero no estamos transmitiendo esta verdad a las
personas que debemos. ¿Por qué? No nos hemos dedicado a investigar
hasta que punto esta verdad afecta toda nuestra vida. Ejemplos en
Ciencias: los dinosaurios, estuvieron antes de Adan y Eva o después?
Cuanto tiempo tiene la tierra? Y el universo? Y el diluvio ocurrió?
Y que hay de prueba del Carbono 14? Y que de los fosiles en
diferentes estratos de la tierra? Moralmente hablando: existe la ley
moral? Que es bueno y que es malo? Por qué? Filosoficamente
hablando: cual es propósito del hombre? Cómo puede conocer ese
propósito? Ahora, cómo integramos esto a nuestros contenidos
curriculares? Lo hemos hecho alguna vez?
DEBEMOS ENTENDER QUE
SOMOS MULTIPLICADORES DE LA VERDAD
Nuestro oficio nos
permite multiplicar la verdad con la ayuda de Cristo. Ver las cosas
como Dios las ve. Conocer la verdad y mostrarla a nuestros alumnos;
pero qué es la verdad?
Frank E. Gaebelien, en su
libro “El patrón de la verdad de Dios” habla de un riesgo del
cual no escapan los educadores: el secularismo. Todos hemos sido
entrenados en base a una formación humanista, esto no significa que
todos somos secularistas porque fuimos a instituciones seculares,
pero no podemos ser ingenuos y pretender que ninguna de las visiones
del muno nos han afectado de alguna manera.
Otros se han capacitado
en intituciones cristianas, pero esto tampoco asegura que tengan una
cosmovición bíblica, ya que muchos de los autores mecionados en la
universidades cristianas son humanistas.
“La mayoría de
nosotros, los evangélicos, aunque bien cimentados en la doctrinas
fundamentales, hemos recibido una educación en materias generales de
la que Dios fue omitido y por tanto negado; de manera que cuando,
bajo Dios, educamos a los niños, debemos permitir que Él nos
re-eduque”8
Sin una re-educación
biblica, lo que estemos multiplicando serán mentiras.
DEBEMOS CONOCER LA
VERDAD DE DIOS COMO VERDAD TOTAL
Regresemos un instante a
el primer momento cuando conocimos a Jesús y le entregamos nuestra
vida y creímos en su obra y sus promesas. Nos dimos cuenta de una
verdad, Jesús es nuestro Salvador, pero gradualmente fue cambiando
nuestra forma de ver las cosas en este mundo, gradualmente cambió
nuestra cosmovisión. Esto no fue un suceso, fue un proceso que dura
hasta hoy y que fue posible por medio de la Verdad contenida en las
Escrituras.
Este mismo proceso
debemos contruir en la vida de nuestros alumnos, para que aprendan a
ver a Dios en todo, ya que todo es de Dios. Esta verdad debe ser
nuestra meta, aparte de que aprendan a leer y escribir y conocer algo
de historia y ciencias, etc., nuestro mayor logro será que aprendan
la verdad de Dios.
DEBEMOS ENSEÑAR A
NUESTROS ALUMNOS QUE LA VERDAD TOTAL ES DE DIOS, PORQUE DIOS ES LA
VERDAD.
El posmodernismo que nos
toca vivir “cuestiona la existencia de cualquier verdad conclusiva”
Los posmodernistas cuestionan la existencia de la verdad. Rechazan la
verdad y ponen es su lugar a la emoción. La moralidad se reemplaza
por relativismo.9
Somos una generación de
profesionales con el supremo llamado de cumplir lo que dice en Juan
8:32 y 36 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”
y “Así que si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente
libres”.
Este es nuestro llamado.
Asi vamos a servir a nuestra generación y a las generaciones
venideras, cumpliéndose la promesa de Abraham en nosotros, te
bendeciré y serás bendición,10no
una bendición temporal, sino una bendición eterna en Cristo.
Podemos apropiarnos de
las palabras del Apostol Pedro en Hechos 3: “No tengo plata ni oro,
pero lo que tengo te doy... a Cristo”.
SI NO CONOCEMOS LA
VERDAD TOTAL Y NO LA ENSEÑAMOS SEREMOS EL ELEMENTO NEUTRO
El 1 es el elemento
neutro de la multiplicación porque todo número multiplicado por él
da el mismo número.11
El 1 (uno) representa a
cada uno de nosotros en nuestra humanidad. Si no permanecemos en las
palabras de Cristo, si no las entendemos y las enseñamos a nuestros
alumnos, no seremos verdaderamente sus discípulos12.
Así, no habrá ningún cambio significativo en sus vidas y nosotros
vamos a privarnos de ver el poder de Dios obrando a traves de su
Palabra.
Tenemos que reconocer que
solos, como unidad, no podemos cambiar nada, pero si tenemos el
factor Cristo y su Palabra, y la conocemos y la vivimos y la
enseñamos, el verdadero avivamiento en nuestros contextos es posible y cada
uno de nosotros somos protagonistas.
Referencias
1Juan
6:1-15, La Biblia
2Juan
15:5, La Biblia
3Doherty,
S. Ganemos a los niños para Cristo, pág. 5
4Juan
8:32, La Biblia
5Juan
18:38, La Biblia
6Juan
6:60, La Biblia
7Juan
6:61, 67, 68, La Biblia
8Gaebelein,
F. E., El patrón de la verdad de Dios. Pág.
44
9Greene,
A.E. Reclamando el futuro de la Educación Cristiana.
Pág. 15
10Génesis
12, La Biblia
11https://www.smartick.es/blog/index.php/multiplicacion-propiedad-distributiva-conmutativa-asociativa-factor-comun-elemento-neutro/
12Juan
8:31, La Biblia