“No tentarás al
Señor tu Dios” Jesucristo
“Quien evita la
tentación evita el pecado” Ignacio de Loyola
“Considero más
valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus
enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno
mismo”Aristóteles
¿Quien no tiene
tentaciones? El que no tiene tentaciones no es humano, ya que hasta
Jesús, en su humanidad pasó por la tentación1.
Todos los días debemos luchar para no caer el la tentación y como
parte de nuestra preparación espiritual diaria, la oración del
Padre Nuestro nos recuerda que debemos pedir: “no me dejes caer en
la tentación”2
No debemos pensar que es
Dios quien nos tienta. En verdad son nuestros malos deseos los que
nos llevan a desear aquello que no debemos.3
¿Que es la tentación?
La tentación
es el “impulso de hacer o tomar algo atrayente pero que puede
resultar inconveniente”4.
Normalmente
cuado hablamos de la “tentación” nos referimos a algo que nos
gusta, pero que no debemos hacer. También pueden haber casos en
donde exista la tentación de hacer algo bueno, algo que es muy raro,
ya que casi siempre nos sentimos tentados a hacer lo malo.
Toda
tentación nos hace sufrir, porque luchamos en contra para vencerla y
esto significa luchar contra nuestros deseos. Algunos equivocadamente
dicen: “la mejor forma para hacer desaparecer una tentación es
cayendo en ella”, pero sabemos que este consejo sólo empeoraría
mucho las cosas.
¿Qué
consecuencias puede tener el ser vencido por la tentación?
Cuando
cedemos a la tentación ocurre lo que llamamos “pecado”.
Puedo dar tres consecuencias en forma práctica de lo que pasa
cuando pecamos: pérdida, vergüenza y sufrimiento. Cuando
leemos en Génesis 3, lo ocurrido con Adán y Eva en el Edén 5,
podemos notar estas tres cosas.
Pérdida:
ambos perdieron el derecho de seguir viviendo en el Edén (v. 23).
Fueron expulsados y nunca más recuperaron ese lugar privilegiado.
Cuando cedemos ante la tentación y pecamos siempre vamos a perder
algo, puede ser un trabajo, un amigo/a, un novio/a, el matrimonio y
muchas otras cosas. Lo más importante que perdieron nuestros
primeros padres fue su comunión con Dios.
En este
aspecto, el nuevo Adán, Jesucristo, salió victorioso, ya que a
pesar de pasar por la tentación, no cedió ante ella. Jesús no
cometio pecado y conservó la perfecta comunión con su Padre.
Verguenza:
¿sentirías vergüenza si las personas que amas se enteran que
caíste en la tentación que te rondaba la mente? Creo que la
respuesta es si. Adán y Eva amaban a Dios y sabían que Dios los
amaba, pero cuando fallaron, no pudieron evitar sentir temor de Dios
y vergüenza por su desobediencia. ¡Cuánta vergüenza tenemos
cuando debemos admitir que hemos pecado contra nuestro prójimo y
contra Dios! Si vivimos desobedeciendo a Dios, es normal que sintamos
vergüenza de El.
Sufrimiento:
las consecuencias de caer en la tentación llevaron a ambos a sufrir
consecuencias físicas y espirituales. La mujer tendría dolor al dar
a luz (v.16) y el hombre debería esforzarse mucho más en su trabajo
y recibir menos de la tierra (v.17-19) y por último la muerte.
Espiritualmente, quedaron separados de Dios y todo lo que esto
conlleva.
Cuando caemos
en la tentación y pecamos, sufrimos espiritualmente (tristeza,
dolor, rechazo, burla, soledad, etc.) y fisicamente (cáncer por
adicciones, enfermedades de transmisión sexual, alcoholismo,
drogadicción, etc.)
La tentación
hecha acción, o sea el pecado, siempre trae pérdida, vergüenza y
sufrimiento.
¿Cuándo ocurre?
Hay ciertos momentos
donde la tentación es más fuerte:
- Cuando estamos solos. Eva estaba sola y cayó.
- Cuando creemos que somos fuertes. ¿Que hubiera pasado si Eva hubiese huido?
- Cuando las personas que nos rodean nos animan a ceder. Adán cayó por las palabras de su esposa.
- Cuando no pensamos en las consecuencias. Adán y Eva no mideron las consecuencias de sus actos y cayeron; y junto con ellos toda su posteridad. En cambio Jesús sabía que no podría rescatar a la humanidad si cedía a la tentación 6.
¿Como vencer mi
tentacion?
No
hay excusa para caer en una tentación. El apóstol Pablo escribió
diciendo “no hay ninguna tentación que sea sobrehumana ” y que
“fiel es Dios que nos ayudará a vencer la tentación”7.
Para
vencer nuestra tentación debemos tener lo siguiente:
- La ayuda de Dios. Hay tentaciones que sólo Él puede librarnos. Por ello, debemos recordar que Cristo murió en aquella cruz, con el fin de rescatarnos. Debemos arrepentirnos de nuestros pecados y confiar nuestra vida en sus manos.
- Huyendo. Identifica la tentación y evita aquellos lugares donde la tentación es más fuerte.
- Evita estar solo/a. Busca la compañía de personas que tengan una influencia positiva sobre tí.
- Hacer una lista de las consecuencias. Esto te ayudará a darte cuenta de todo lo que puedes perder si cedes ante la tentación.
- Oración. Jesús enseña que debemos orar todos los días para no caer en la tentación.
- Busca ayuda. Habla con algún amigo/a maduro en la fe o tu líder espiritual. Podrá darte el apoyo en los momentos difíciles.
Recuerda: Si cedes
una vez, continuarás cediendo. Si resistes una vez, la segunda vez será más fácil resistir.
NOTAS.