“Cuando Noé tenía
seiscientos años, precisamente en el día diecisiete del mes
segundo, se reventaron las fuentes del mar profundo y se abrieron las
compuertas del cielo. Cuarenta días y cuarenta noches llovió sobre
la tierra. Ese mismo día entraron en el arca Noé, sus hijos Sem,
Cam y Jafet, su esposa y sus tres nueras. Junto con ellos entró toda
clase de animales salvajes y domésticos, de animales que se
arrastran por el suelo, y de aves. Así entraron en el arca con Noé
parejas de todos los seres vivientes; entraron un macho y una hembra
de cada especie, tal como Dios se lo había mandado a Noé. Luego el
SEÑOR cerró la puerta del arca.
El diluvio cayó sobre
la tierra durante cuarenta días. Cuando crecieron las aguas,
elevaron el arca por encima de la tierra. Las aguas crecían y
aumentaban cada vez más, pero el arca se mantenía a flote sobre
ellas. Tanto crecieron las aguas, que cubrieron las montañas más
altas que hay debajo de los cielos. El nivel del agua subió más de
siete metros por encima de las montañas1”
Una
vez más Hollywood dió vida a uno de los personajes de la Biblia.
En este caso fue Noé y su familia en medio del diluvio universal,
con una versión que concuerda muy poco con el relato bíblico que el cristianismo
conoce. Este evento cinematográfico, estrenado en el 2014, me lleva
a hacerme la siguiente pregunta... ¿será que las generaciones
venideras creerán que el diluvio universal fue sólo producto de los
efectos especiales en una película? Personalmente creo, que el
Diluvio Universal ocurrió y me baso en los siguientes puntos para
afirmarlo:
A.
El relato bíblico: el cristiano que cree que lo que está
escrito en la Biblia es la Verdad Absoluta, está aceptando que los
diferentes relatos que explican el origen del universo y de la
humanidad son verdaderas también, aunque comparados con la creencia
popular pueda parecer “una locura”2.
El cristiano que acepta el contenido de la Biblia literalmente corre
el riesgo de que muchos “brillantes” lo consideren un “loco”
o un “fanático religioso”. A pesar de que sea posible que me
vean así, yo creo que los relatos de la Biblia son verdaderos y
específicamente creo que el Diluvio Universal ocurrió porque la
Biblia lo dice.
B. Los
registros fósiles: los fósiles son las sustancias de origen
orgánico más o menos petrificadas que se encuentran en las capas
terrestres por causas naturales. Los creacionistas y los
evolucionistas tienen a su alcance las mismas evidencias de este
tipo, pero la pregunta que surge es... “si ambos grupos tienen la
misma evidencia ¿por qué llegan a conclusiones tan diferentes?”.
La respuesta es simple: ambos interpretan las evidencias de acuerdo a lo que creen. Si las evidencias fósiles se
interpretaran correctamente ¿quién tendría la razón? Yo creo que
estas evidencias apuntan a que el relato de un Diluvio Universal es
la explicación más correcta para entender el mundo que nos rodea.
Examinemos juntos estas evidencias:
1.
Fósiles marinos en las cimas de la montañas: todos sabemos que
se han encontrado una gran cantidad y variedad de animales acuáticos
fosilizados en las cimas más altas del planeta. La explicación
evolucionista es que hace millones de años estas montañas estaban
bajo agua y a causa de los choques frecuentes entre las placas fueron
emergiendo hasta formarse las montañas y por este motivo pueden
encontrarse estos fósiles marinos en las alturas. Una conocida
revista científica lo explica de esta manera: “Cuando las
placas colisionan, la corteza se «comba» formando las cordilleras.
India y Asia impactaron hace 55 millones de años, provocando la
lenta formación del Himalaya, el sistema montañoso más alto del
planeta. Mientras el choque continúa, las montañas se elevan cada
vez más”3..
Los evolucionistas siempre necesitan millones de años para poder
explicar los eventos geológicos, pero ¿como podría explicarse esto
si la Biblia afirma que la tierra no tiene millones de años? Las
respuesta es que hace aproximadamente 2304 años a.C.,4un
evento catastrófico de alcance mundial cubrió toda la tierra de
agua por encima de los picos más altos del planeta, lo que explica
la presencia de los fósiles de animales marinos en la cima de las
montañas.
2. Los
yacimientos de petróleo y carbón:
existen alrededor del mundo grandes yacimientos de petróleo y
carbón. La explicación evolucionista es que éstos residuos orgánicos han sido enterrados por sedimentos a lo largo de "millones de años"; pero por
otro lado, los creacionistas creen que el petróleo o fue creado por
Dios en la formación de la Tierra, o fue formado luego de la
sepultura de las cosas vivientes durante el Diluvio del Génesis solo
unos miles de años atrás. Se necesita material orgánico acumulado
en grandes cantidades y enterrados rápidamente para que estos
yacimientos fueran formados. Estos yacimientos pudieron ser formados
por el diluvio. “Las cosas vivientes enterradas bajo los sedimentos
rápidamente depositados del Diluvio hace 4.500 años, y sometidos al
calor, podrían fácilmente haber producido los depósitos de
petróleo de hoy.5
Estos yacimientos se encuentran alrededor del mundo, lo que da mayor
fuerza a la hipótesis de un Diluvio Universal.
3.
Los
nuevos hallazgos sobre dinosaurios:
Mark Hollis Armitage, un microscopista del Department of Biology,
Arkansas State University, fue despedido en el 2012 por publicar el
resultado de sus investigaciones. Encontró tejido blando (no
fosilizado)6lo
que significa que los dinosaurios no vivieron hace “millones de
años”, sino más bien hace “miles de años”, dato que
concuerda con el relato bíblico. Pero no es el único que ha
encontrado tejido blando, “en 2005, cuando la doctora Mary
Schweitzer demostró por primera vez la existencia de tejido blando
que se encontró por accidente, no podía creer lo que veía, ya que
se supone que tener 65 millones de años”7
Las evidencias confirman el relato bíblico de un evento catastrófico
único que dio fin a todo tipo de vida hace unos miles de años.
C.
La conciencia colectiva: La noción de conciencia colectiva se
refiere a las creencias compartidas y a las actitudes morales,
que funcionan como una fuerza unificadora dentro de la sociedad.8
Es un concepto, que hace referencia al residuo que queda en diversas
culturas acerca de una idea común en su origen.9
Si el Diluvio Universal ocurrió, no es extraño que todas las
culturas alrededor del mundo, que provienen de un antepasado común
(Noé y su familia), tengan algún paralelismo o semejanza con el
relato del Diluvio Universal. ¿Existen estos relatos? Veremos que
si.
1.
El poema de Gilgamesh: Supuestamente10
el relato que se encuentra en el libro de Génesis sobre Noé, tomó
de este poema la idea de un hombre elegido que escapó del Diluvio
por obra de los dioses. El mito de Gilgamesh se escribió
aproximadamente 1300 a.C., por lo cual se presume que la Biblia se
basó en este relato y no al revés.
2.
El diluvio en tribus americanas:
existen relatos sobre el diluvio en las culturas, como la de los
mapuches, mayas, mexica, inca, uros, kewésqar, taíno, guaraní y
otros.
3.
El diluvio en China: la
más antigua de las tradiciones, cuenta que Nu-wah se salvó junto a
su mujer, sus tres hijos y las
esposas de éstos en una embarcación donde dieron cabida a una
pareja de cada animal conocido. Al
pronunciar "Nu-wah" en Chino, nos damos cuenta del
increíble parecido de este nombre con "Noe"11.
Además, coincidentemente, la palabra “barco” en chino, describe
características del Diluvio. Si
todas culturas, descienden de Noé, no es raro que todas ellas
alberguen de alguna manera en su conciencia colectiva el relato del
Diluvio, tanto antes y después de la escritura de la Biblia.
Esta es
una evidencia más para ratificar que el relato histórico de la
Biblia es verdadero y que la fe cristiana no está fundamentada en
mitos. Puedo concluir diciendo: “El Diluvio Universal no ocurrió
sólo en Hollywood, también ocurrió en la historia”
Referencias
1 Génesis
7:11-20
2 1
Corintios 1:21
8 Collins
Dictionary of Sociology, p93.
10 Heidel,
Alexander. The Gilgamesh Epic and Old Testament Parallels: A
translation and interpretation of the Gilgamesh Epic and related
Babylonian and Assyrian documents. Chicago: U. of Chicago Press,
1946; 2ª edición, 1949. ISBN
0-226-32398-6.