sábado, 12 de enero de 2013

Esforcémonos por conocer a Dios (primera parte)





Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”
Oseas 6:3

Si hay algún esfuerzo que valga la pena para nuestra vida espiritual, es el de conocer más Dios. Hiciste algún esfuerzo por conocer más a Dios? Hace cuanto que lo hiciste? Hace cuanto que te acercaste a tu creador y Padre Celestial con el simple y solo anhelo de conocer más de Él? Lastimosamente, en la matoría de los casos nos acercamos sólo para pedir y pedir. En el mejor de los casos agradecemos, pero muy pocas veces queremos saber más sobre Él.
Lastimosamente hoy día, Dios no solo tiene que soportar a gente que no tiene mucho interés en conocerlo, sino que también a personas que dudan de su existencia. Es por esto que quiero tratar el primer punto de hoy como sigue:

A. Existe realmente Dios.
Algunas corrientes filosóficas muy de moda en nuestros tiempos que no apoyan la existencia de Dios son:
  • El Humanismo.
    El hombre es el centro de todo. Es la doctrina que sitúa al ser humano como medida de todas las cosas, y defiende que los intereses de los seres humanos es aquello que debe recibir atención moral por encima de cualquier otra cosa.
    Toda la atención de todos debe fijarse sólo en el hombre, así Dios queda a un lado.
  • Ateismo. Dios no existe. Salmo 14:1
Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien”.
Muchos han preferido negar a Dios, antes que reconocer que todo lo que anhela su corazón es malo y corrupto. Para dar tranquilidad a sus conciencias prefieren olvidar que hay un Dios de justicia.

Cuando en en Siglo XVII, se redacto la Confesión de Fe de Westminster, este punto ya estaba definido, no por los hombres, sino por Dios.
P. 2. ¿Cómo sabemos que hay Dios? Catecismo Mayor de W.
R. La mera luz de la naturaleza en el hombre y las obras de Dios manifiestan plenamente que él existe, c) pero su palabra y espíritu son los únicos que suficiente y eficazmente lo revelan a los hombres para la salvación de ellos.
Por medio de la Palabra y el Espíritu, hoy podemos saber que esto es cierto...Dios existe. Amén.
Además, quiero citar sólo tres argumentos sencillos para corroborar lo que digo.
  • Argumento cosmológico.
    Sostiene que todo lo que existe tiene una causa que, a su vez, tiene otra causa, y así sucesivamente remontándose hasta llegar a la causa primigenia, o sea, Dios; no admitía que la serie de causas pudiera ser infinita.
    Genesis 1:1
En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.
  • Argumento teleológico.
    Es el argumento sobre la existencia de Dios que se basa en la premisa de que existiría una evidencia percibida de un mundo y un universo "diseñado". Se basa en aquellos aspectos del mundo que al ser complejos, parecen haber estado diseñados; y que en consecuencia, parecen obedecer un objetivo o una finalidad de un ser inteligente. (no hay reloj sin relojero)
    Genesis 1:1-31
Este pasaje muestra el orden de la creación de Dios. Nada quedó al azar. Todo fue bueno.
  • Argumento de la existencia de la ley moral. Rom 2:15
    Existe una ley moral, absoluta, universal, inmutable, que prescribe el bien, prohibe el mal y domina en la conciencia de todos los hombres. Ahora bien, no puede haber ley sin legislador
(Rm 2:15 [RV1960])
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,
    Dios es el legislador que ha escrito su ley en nuestros corazones.


Ahora bien, si creemos que Dios existe y hoy nos damos cuenta que debemos esforzarnos por conocer a Dios... que podemos hacer para lograrlo?


B. Como podemos conocer más a Dios.
  • Una busqueda sincera de Dios. Jeremías 29:13; Proverbios 8:17; Lamen 3:25

La actitud que tenemos hacia Dios es importante para que podamos conocer más de Él.

(Jer 29:13 [RV1960])
y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
A pesar de que los cautivos se encontraban en un lugar y tiempos difíciles, no debían desesperarse porque tenían la presencia de Dios, el privilegio de la nación y la gracia de Dios. Podemos buscar y encontrar a Dios cuando lo buscamos de todo corazón. Tierras extrañas, tristezas, frustración o problemas físicos, no pueden romper esa comunión.

(Pr 8:17 [RV1960])
Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan.


madrugando—es decir, con diligencia; puede que incluya la idea de temprano en la vida, de niño o también que buscar a Dios sea la promera cosa que hagamos en el día. Dios tiene algo especial para cada uno de nosotros si le damos el primer lugar.

(Lm 3:25 [RV1960])
Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
La repetición de la voz “bueno” al principio de los tres versículos que siguen, realza el efecto. Esperaré. No hay nada mejor que el alma sedienta que se sacia del agua viva que sólo Dios puede darnos.

Pero la actitud debe ir acompañada de la acción... por lo tanto no podemos dejar de lado la:

  • Revelación especial: La Biblia. Hebreos 1:1-2; 2 Timoteo 3: 14-15

P. 3. ¿Qué es lo que principalmente enseñan las Escrituras? Catecismo Menor de W.
R. Lo que principalmente enseñan las Escrituras es lo que el hombre ha de creer respecto a Dios y los deberes que Dios impone al hombre.
(He 1:1-2 [RV1960])
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;


El es el cumplimiento y la culminación de las revelaciones de Dios a través de los siglos. Cuando lo conocemos, tenemos todo lo que necesitamos para ser salvos de nuestro pecado y tener una perfecta comunión con Dios, pero sólo la Biblia nos habla de Cristo.


(2Ti 3:14-15 [RV1960])
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.


Con muchos falsos maestros alrededor y las presiones inevitables de un ministerio en crecimiento, Timoteo pudo fácilmente abandonar su fe o modificar su doctrina. Una vez más Pablo le aconseja que mire su pasado y se aferre a las enseñanzas básicas acerca de Jesús que son verdades eternas. Como Timoteo, nosotros también estamos rodeados por falsas enseñanzas, pero no debemos permitir que nuestra sociedad distorsione o aplaste la verdad eterna de Dios. Cada día debemos dedicar tiempo a pensar en los fundamentos de nuestra fe cristiana que se encuentran en la Palabra de Dios, las grandes verdades que edifican nuestra vida.
Timoteo fue uno de los primeros en la segunda generación de cristianos: llegó a ser cristiano no por medio de la predicación de un evangelista que hubiera predicado un tremendo sermón, sino debido a que su madre y su abuela le enseñaron las Sagradas Escrituras desde que era un niño (1.5). La labor de los padres es de una importancia vital. Tanto en casa como en la iglesia es necesario entender que enseñar a los niños es tanto una oportunidad como una responsabilidad. Jesús quería que los niños vinieran a El (Mat_19:13-15). A semejanza de la madre y abuela de Timoteo, Eunice y Loida, haga su parte en guiar a sus hijos a Cristo.

Debemos mirar a Jesucristo para conocer más a Dios.

  • Jesucristo: El Hijo de Dios. Juan 14:6-7; 17: 3, 26

(Jn 14:6-7 [RV1960])
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Aquí hay una profunda verdad: el conocimiento de Jesús lleva al conocimiento del Padre. En esta ocasión , ninguno de los apóstoles había captado la profunda verdad de que Dios se ha hecho conocer por medio de Jesús. Debemos de saber que si hemos conocido al Hijo de Dios, a Dios mismo hemos conocido.

(Jn 17:3 [RV1960])
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
¿Cómo obtenemos la vida eterna? Jesús nos lo dice aquí con claridad: conociendo a Dios el Padre a través de su Hijo, Jesucristo. La vida eterna requiere que los creyentes entremos a una relación personal con Dios en Jesucristo nuestro Señor. Esta relación sólo se logra por medio de la fe en Jesús.

(Jn 17:26 [RV1960])
Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
Jesús vino al mundo con el propósito de revelar al Padre, de darlo a conocer. Él fue el perfecto espejo de la majestad divina, reflejando el esplendor de la gloria del Padre. La expresión “dar a conocer tu nombre” significa “dar a conocer la misma persona de Dios”.
Jesus fue quien nos dío a conocer al Padre.

Ahora podemos leer la Biblia, estudiar más sobre Jesús, pero sin la fe... todo será en vano.
  • La Fe. Hebreos 11:6; Efesios 2:8-9
(He 11:6 [RV1960])
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Creer que Dios existe es sólo el comienzo; aun los demonios creen (Jam_2:19-20). Dios no se conformará con un simple conocimiento de su existencia. El quiere una relación personal y dinámica con usted que transformará su vida. Quienes con sinceridad lo buscan hallarán que son premiados con la presencia íntima de Dios.

(Ef 2:8-9 [RV1960])
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Llegamos a ser cristianos mediante el don inmerecido de Dios, no como el resultado de algún esfuerzo, habilidad, elección sabia o acto de servicio a otros de nuestra parte.
Debido a que nuestra salvación e incluso nuestra fe son regalos, debiéramos responder con gratitud, alabanza y alegría.
Si la fe nos hace agradable a Dios y nos la dio como un regalo sin haberlo merecido... no podemos dejar de interesarnos en conocer más a ese Dios que nos ama tanto.
Jesús le dijo a sus discípulos que querian que les haga, ellos pidieron que les aumente la fe, que nos impide hacer los mismo?


  • El Espíritu Santo. Juan 14:26
(Jn 14:26 [RV1960])
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.


Jesús prometió a los discípulos que el Espíritu Santo los ayudaría a recordar lo que El les enseñó. Esta promesa asegura la validez del Nuevo Testamento. Los discípulos fueron testigos de la vida y las enseñanzas de Jesús, y el Espíritu Santo los ayudó a recordar sin omitir sus perspectivas individuales. Podemos confiar en que los Evangelios narran muy bien lo que Jesús enseñó e hizo (véase 1Co_2:10-14).

(1Co 2:10-14 [RV1960])
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.


El Espíritu Santo puede ayudarnos de la misma manera. Al estudiar la Biblia, podemos confiar que El plantará la verdad en nuestra mente, nos convencerá de la voluntad de Dios y nos la recordará cuando nos apartemos de ella.


  • La obediencia. Juan 14:21; Filipenses 2:13

(Jn 14:21 [RV1960])
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Cuando vivimos según sus normas, El no nos abandonará; vendrá a nosotros, estará en nosotros y se nos manifestará. Dios sabe lo que sucederá y, como El estará con nosotros en todo momento, no debemos temer. No es necesario que conozcamos el futuro para tener fe en Dios: debemos tener fe en El para estar seguros acerca del futuro y ver su poder en favor nuestro. Así conocemos su gran amor por nosotros.

(Fil 2:13 [RV1960])
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

¿Qué debemos hacer cuando no sentimos obedecer? Dios no nos ha dejado solos en nuestros conflictos para hacer su voluntad. El quiere venir a nuestro lado y estar con nosotros para ayudarnos. El nos ayuda a querer obedecerle y luego nos da el poder para hacerlo. El secreto para cambiar nuestras vidas es someternos a su control y dejarle actuar en nosotros. La próxima vez pedíle a Dios que te ayude a querer hacer su voluntad, así vas a poder conocer su fidelidad, porque ël cumple sus promesas.

Todo lo que hemos oido, leído, estudiado, orado, obedecido y compartido en muchas ocasiones no puede caer en un saco roto... todo debe reflejarse en nuestro día a día.

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